domingo, 8 de noviembre de 2009

Metamorfosis


¿Valió la pena? Que no podíamos seguir en ese lugar era lo único que sabía. Tener que soportar, a mi edad o a cualquier edad, lo que yo soporté es casi un logro, y digo "casi" porque no fue un logro,sino una desgracia.

Creo que aún los escucho gritando,discutiendo, arrastrándonos con ellos. Y yo, y yo haciéndome la fuerte como siempre, cubriendo y cuidando al único motivo por el cual me quedé. No tuve opción, si no lo cuidaba yo nadie lo haría y simplemente no podía dejarlo atrás. El resto de la familia había dejado de ayudarnos, y escondí mis ansias de volar para que entre él y yo sacáramos fuerzas de donde no las había.

Antes de pedir ese deseo mágico, yo había estudiado muy bien las cosas. Ésta era la única forma, y era perfecta. Pasaríamos a ser pequeños, sutiles, imperceptibles y muy veloces, y podríamos posarnos en donde quisiéramos. Podríamos ser libres, alejándonos cada vez más de nuestro pasado devastador, de ese lugar que se hacía llamar hogar pero era todo lo contrario.

Ahora vuela a mi lado,inseguro. Pero sabe que no bajaremos de nuevo a ese infierno,y eso le basta. Sus pequeñas alas se mueven junto con las mías como una dulce melodía. Mi hermano y yo todavía no caemos, pero sabemos una cosa: somos libres, y estamos juntos.

Si para llegar a mariposa debí ser primero un gusano, si para poder volar primero tuve que arrastrarme, doy gracias a lo vivido y a lo sufrido. Porque disfruto de ser cómplice del viento, aunque ese aliento dure sólo un día.

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