jueves, 7 de enero de 2010

Lo obvio

El fantasma al que tanto yo le temía, y del que alguna vez me burlé, ya me está persiguiendo, y tengo la sensación de que esta vez no se va a olvidar de mí.
¿Por qué creí que podía escapar de él?
Pienso en todos los meses que pasé haciendo oídos sordos a las palabras que ahora me hieren y generan este cambio, y todas las opiniones, declaraciones y consejos que pude haber dado alguna vez, todo en vano...
Al final ardieron con lo poco que quedaba de mi dignidad.
Sí, porque ahora lo considero una realidad que me tortura, cambie de parecer completamente.
Estoy sufriendo porque niego una necesidad básica del ser humano.
Pero es así, yo me veo así...y la vocecita en mi cabeza también concuerda conmigo, repitiendo la frase una y otra vez:
estoygordatengoquebajardepeso
estoygordatengoquebajardepeso
estoygordatengoquebajardepeso
Y la tortura empieza...casi drásticamente