martes, 8 de diciembre de 2009

No entiendo cómo ni por qué, quizás fue una jugada del destino, quizás una señal...

Pero apareció, volvió a mi mente como por arte de magia…lamentablemente.

Yo estaba tan bien, aun sin haber enfrentado cara a cara los hechos, sin haberle dado paso a la melancolía y a la depresión (¿otra vez escapando?). Las imágenes de mis momentos con él se me vinieron a la mente, todas juntas, alborotadas, como un fotomontaje especialmente hecho para partirme en mil pedazos.

Así, no hay cuerpo ni mente que aguanten.

Pero lo peor de todo es saber que una parte de mi todavía se muere por él.

Y aparece lo que yo no entiendo de otro chico: ¿cómo se puede querer tanto a alguien que nos hace tan mal?

Y aparecen otras preguntas: yo, ¿lo quiero? ¿Lo extraño? ¿Volvería a pasar por esa situación de desamor? ¿Le importe alguna vez?.

La respuesta en común, es no. Es tan fácil darse cuenta...

Derramando mí última lagrima, empiezo y termino mi duelo.

Hasta acá llegué.

1 comentario: